Con una producción impactante y una escenografía pocas veces vista en teatro, el director Diego Coran Oria remarca que es una historia "en tránsito": que no encierra, no responde, no impone sino que nos abre a un mundo que nos conecta con nosotros mismos. La música de la mano de un grande como David Bolzoni, conecta la historia todo el tiempo, y acompaña a una cantidad de efectos impresionantes.
Soffritti encarna un joven exitoso, canchero y que tiene como modo de vivir estar todo el tiempo conectado a Internet y sus redes sociales. Al llevar a un lugar en donde lo único que tenía para comunicarse con otra persona, en este caso Olivia, era la palabra, utiliza todo su encanto y carisma para "conquistarla". Muy suelto y con una presencia imponente, Gastón se lleva los aplausos a costa de trabajo y dedicación, para un excelentemente logrado Ethan Kane.
Guillermina inspira sensualidad desde el primer minuto en que las luces se encienden. Cada palabra del texto la dice como tiene que ser, insinuando cuando tiene que insinuar, deseando al joven que tiene enfrente cuando tiene que hacerlo, y lamentándose en el momento indicado. Además de verse estéticamente perfecta, la actuación de Valdés es muy buena, y también habla de una preparación profesional en su carrera. Encontró el momento indicado para dicho protagónico.
Laura Eason, la autora de la obra, sostiene que "lo principal es la íntima relación de los dos personajes, con sus expectativas y deseos". Todo eso y más, queda plasmado en "Sexo con Extraños".
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